lunes, 10 de febrero de 2014

La primera ola de millenials americanos cumple 30 y el porque nuestra generación no dejará morir el sueño.

Texto original por Clark Patrick.

La primera ola de millennials americanos cumple 30 y el porque nuestra generación no dejará morir el sueño

4 de mayo de 2011.

"Vamos a hacer lo imposible, vamos a hacerlo bello, y tiene que levantarse" 
- Jack Dorsey, fundador de Twitter - Quizá una nueva proclama generacional?

Este año cumplo 30 años y cumplen también la primera oleada de la generación Y, millenials, o el Eco Boom dependiendo el termino mediático al que te refieras.

En los últimos años he puesto especial atención en cómo mi generación es percibida y presentada por el colectivo de nuestros amigos mayores de los medios,  y como cualquier generación llegada a la mayoría de edad, siendo aún incomprendida. Quizá pueda brindar un poco de luz en nuestro misterio colectivo a todas esas generaciones que han venido antes de nosotros.

Los misteriosos millenials

Aunque no puedo hablar en nombre de toda mi generación, me siento confiado en hablar por muchos de nosotros. Y estoy consciente del hecho que hablo desde un punto de vista americano sabiendo que nuestro país y cultura ciertamente no representa el mundo en su totalidad.

Los hijos de la diversidad

Voy a poner énfasis diciendo que somos la primera generación americana de verdadera tolerancia. Y vamos más allá de la tolerancia al entrar en el reino de la celebración  de las diferencias únicas e individualidades de cada uno de nosotros.

Somos la generación que creció con padres solteros. O nuestros padres estaban divorciados. Y si nuestros padres no estaban divorciados, los padres de nuestros mejores amigos lo estaban. Nuestros amigos eran adoptados, refugiados, inmigrantes, ricos, pobres, clase media, cristianos, musulmanes, judíos o más por el estilo, sin ninguna religión. Y venían en toda clase de colores, formas, tamaños, nivel de nerd que pudiéramos imaginar. No nos importaba porque "Plaza Sésamo", nuestros padres, y los berenstein bears nos enseñaron que las diferencias no importaban y que todos éramos los mismos chicos en un parque de juegos tratando de ser elegidos para el equipo de correcto. Eramos pequeñas personitas pasándose notas de ida y vuelta el uno al otro en el salón de clases preocupándonos por quién tenía un crush con quién mientras nuestros padres se perseguían los unos a los otros en la escalera corporativa. Aprendimos sobre los movimientos por los derechos civiles, sobre las batallas por el derecho al voto de las mujeres, sobre décadas de guerras que no hacían sentido cuando ya sabíamos que nuestras diferencias no podrían ser algo por lo que valiera la pena luchar.

Chicos y chicas con muchos juguetes y mucha TV

Nuestra generación devoró y continúa devorando medios. Le ganamos a todos nuestros juegos de Nintendo. Vimos mucha TV. Nos sentamos por horas viendo programas como: alf, el show de Cosby, Doogie Howser, Double Dare, Family ties, Growing pains, Mr. Belvedere, The muppets, Fraggle Rock, 3-2-1 contact, Reading rainbow, Roseanne, Saved by the bell, this old house, wild America, Webster y por supuesto "Los años maravillosos".

Y por cada hora que pasamos en la TV pusimos otro tanto de nuestro tiempo en las tiendas de Video. Vimos algunas buenas como: Volver al futuro, batman, Big, La sociedad de los poetas muertos, Ferris Bueller's Day Off, Field of dreams, flight of the navigator, Karate Kid, License to drive, La historia sin fin, Pee-Wee's big adventure, Raiders of the lost ark, la venganza de los nerds, Risky Business, short circuit, Stand by me, top gun, Weird Science - y por supuesto el primer film que vi en el cine - Superman.

Vimos el Challenger explotar en la TV. Jugamos flashlight tag, brincamos en trampolines vistiendo Zubaz y comimos muchas pop rocks. Teníamos Skip-Its rosas, muñecas Barbies y GI Joes. Coleccionábamos miles de tarjetas deportivas que llenaban álbums que aún guardo en cajas en nuestros closets del cuarto de cuando niños. Nuestros gatos, perros, hamsters, conejos, pericos y peces eran objetos de toda clase de tortura cómica, vestuarios y experimentos de ciencia. Nos alineábamos en las calles de la ciudad para los desfiles del 4 de Julio, fuegos artificiales, y recorríamos las ferias estatales vistiendo playeras hiper coloridas y pantalones enrollados. Hacíamos resonar nuestras grabadoras  de cassettes rockeando con rompevientos y tenis Nike mientras jugábamos en la lluvia y comíamos Pizza Hut.

Las olimpiadas y Michael Jordan nos inspiraron. Sabíamos que no debíamos tomar dulces de extraños. Y también sabíamos que no debíamos comer manzanas de extraños en Halloween porque podían tener vidrio o navajas. Oh, y el neón era increible. 

Todo mundo pensaba que los videos de "American's funniest home videos" de verdad eran divertidos. Y todavía alcanzamos ocasionalmente alguna repetición nocturna ahora después de nuestras escapadas nocturnas de copas. La prepa hace tiempo que pasó. Después de todo ahora tenemos 30 y no podemos fiestear como solíamos.

La generación de la conciencia

Durante los 80's y 90's éramos chicos. Nos divertimos y tuvimos nuestros golpes también, pero quizá una de las cosas más importantes que definió a nuestro joven colectivo fue la conciencia.

Sabíamos que estaba pasando. Y no solamente en nuestras casas, sino en las casas de nuestros amigos, y sabíamos que pasaba en el país. Sabíamos cuando habían inundaciones en los campos en el sur, o tormentas masivas en la costa este, o terremotos en otras partes. Sabíamos del apartheid en sudáfrica y de delfines siendo asesinados en redes atuneras en el pacífico. Sabíamos sobre el calentamiento global en la primaria. Y que otros chicos en países de 3er mundo no podían vivir como nosotros vivíamos. Vimos caer el muro de Berlín y sabíamos lo que hizo Exxon Valdez. Y nos preocupamos. Lo internaliszamos y queriamos encontrar nuestra propia forma de ayudar. Sabíamos que los problemas del mundo no eran necesariamente nuestros, pero saber de ellos significaba que al menos deberíamos tratar de alguna manera de hacer algo al respecto. Plantamos árboles en el día de la tierra después de sesiones de peleas de lápices durante las horas del lunch. Bebimos cartones de leche de chocolate que tenían las caras de niños perdidos. Y todavía no se dan cuenta de la conexión? Saber mucho cuando eres muy pequeño - esa es nuestra historia colectiva.

Somos los realistas-idealistas - La parte realista

Nuestra generación no quiere lo que la de ustedes quizo. Y no somos ni siquiera un poquito de inocentes como la generación de nuestros abuelos al creer que existe tal cosa como "the american dream"- el sueño americano. Es un pensamiento bonito, pero ya sabíamos que esforzarse por la vida perfecta, en la casa perfecta, mientras tratas de forzar a tus niños a ser perfectos solo provoca el abuso de dogas y escuchar cantidades masivas de Rock n Roll mientras crees que poniendote high de alguna manera hará que nuestros propios problemas desaparezcan porque es "paz y amor, y groovy".

No confiamos en las grandes corporaciones. Y la "gran recesión" martilló el último clavo en el ataúd colectivo de las carreras de nuestros padres. Resulta ser que al sistema nunca le han importado realmente y somos lo suficientemente listos para saber que nosotros le importamos una mierda también Es triste ver a las madres que rompieron el techo de cristal en salas llenas de espejos ya rotos. En el mundo corporativo es matar o morir y dejaremos tu trabajo de mierda por un aumento de $1,000.00 en algún otro sitio sin aviso anticipado de 2 semanas (y nos llevaremos la jodida grapadora con nosotros para vender esa mierda en ebay). No existe más tal cosa como la lealtad corporativa y la puerta se mueve en ambas direcciones. Busca eso en el diccionario urbano de rap #beyatches. Todos los managers de 40 y tantos necesitan dejar de llorar sobre como a los millenials no nos importa o no sabemos sobre el valor del trabajo duro. La mayoría de nosotros no tratamos de ocultar la verdad tanto como ustedes. En el mundo corporativo todos somos prostitutas para pagar en exceso al consejo de directores con paracaídas de oro así que dejen de actuar como si no vieran el elefante en la sala. Si siempre quisiste ser artista deberías haber ido a por ello en lugar de tomar tu poco nivel de autoridad sobre mi. No queremos las mismas cosas que tu generación hizo como modo de vida y trabajo y no vamos a jugar el mismo juego. Hay algunos de nosotros a los que nos gustan nuestros trabajos corporativos, pero eso es solamente porque nos gustan nuestros compañeros de trabajo. No te engañes pensando que nos preocupa mucho el excel, powerpoint o las fuerzas de ventas.

Definitivamente no confiamos en los bancos ni nuestros líderes de gobierno que públicamente se orinan el uno al otro esperando su turno para pasar la culpa de cualquiera que sea su actual estilo político para que puedan seguir en su oficina el tiempo suficiente para mantener los exorbitantes beneficios de salud y gastos  en comidas y cenas en clubs privados todo el año en el top mientras se joden algún becario o al amigable gay en la calle de abajo. Estoy seguro que en sus corazones les importa nuestro país, pero no mas de lo que les importan sus propios fondos de inversión.

Ni me pidas que hable de publicidad. Buen intento, pero no estamos ya mas en tu demografía. Lo divertido sigue siendo divertido, pero no voy a comprar tu mini-van solo porque es el vagón de la arrogancia. Todos los planificadores estratégicos por ahí también pueden etiquetarnos como la generación "intocable".

Somos realistas que pueden oler una mentira a kilómetros de distancia, pero no nos hastiamos incluso cuando las mentiras vienen solamente de mas cerca. Sabemos lo que esta pasando y no estamos felices con ello. Ni nosotros sabíamos que terminaríamos aquí tampoco. Ustedes tampoco sabían que terminaríamos aquí. Pero ahora eres más viejo y la mayoría se han rendido. Estas esperando que la bolsa de valores no colapse totalmente una vez que el mundo se quede sin petróleo o que tu cheque del seguro social no se acabe antes que estés muerto. Trabajaste por algo no? Lo entendemos. Recuerda que somos la generación que sabe lo que realmente está pasando. Vemos lo que estabas tratando de hacer y fallaste, pero todavía apreciamos que nos leíste libros por la noche cuando éramos chicos y pagaste todos estos años por equipos deportivos y lecciones de música.

El mundo está jodido y la vida no es justa. Siempre ha sido y siempre será. Pero la diferencia es que esta vez puede ser real. Nuestro ambiente esta tan mal que todo podría colapsar y no solo tu cuenta del banco, pero toda nuestra habilidad como especie para vivir. Personalmente he estado noches enteras despierto pensando a quien tendría que matar sólo para seguir vivo en un mundo que no soportará ya más la mayoría de las formas de vida. Esa es una mierda pesada con la que lidiar cuando también estas todavía (al borde) tratando de complacer a tus padres, abuelos, novia, jefe, y amigos, mientras también tratas todavía de parecer de alguna forma un miembro normal y funcional de esta "gran" nación nuestra. Y tienes 5 blogs y 6 cuentas de Twitter que actualizar diariamente con un perro que sacar a pasear todas las chingadas noches también. Oh, y todavía tienes que encontrar que comida no-GMO (geneticamente modificada) puedes comer o decidir cual de los 17,000 tipos diferentes de pastas dentales comprar. De verdad? Como pueden haber tantos tipos de... TODO. Como llegamos a esto?

Me atrevo a decir que nuestra generación Y americana ha adquirido un tipo de presión nunca antes experimentada en nuestra especie. Ya no somos más responsables solo de nosotros mismos, de nuestras familias, nuestros pueblos, estados, o incluso el país entero. Sino que somos responsables de todos los líos de toda la revolución industrial a nivel global, de nuestros padres envejeciendo, y de ese pequeño espacio dentro de nuestros cerebros para nuestros aún imaginarios hijos de nuestros hijos. Mientras mayor fue nuestro privilegio creciendo, mayor es nuestra responsabilidad ahora y como joven americano será difícil argumentar que no crecimos todos privilegiados en la mayoría de las formas que importan. No puedo ser la única persona de mi generación que de hecho ha derramado alguna lágrima imaginando el mundo que podrían heredar mis propios nietos.

Se que estas pensando, "Diablos, estos chicos son fríos y un fastidio". No. Ni fríos ni cansados - solo estamos siendo realistas y sabemos lo que está pasando. La vida es perra y no tenemos miedo de llamarla como la vemos. Algunos de nosotros aún no decimos nuestras verdades, pero ciertamente sabemos y pensamos al respecto.

Somos realistas-idealistas - la parte idealista.

Ahora los gatitos y arcoiris. Hombre, por toda la frialdad y cinismo que puedes detectar en mi mismo y mis compañeros eco boomers seguimos siendo los hijos de los hippies y los nietos de la generación de valores reales. Tenemos corazón por kilómetros y kilómetros. Pienso que si todos creyéramos que podemos  hacer una vida decente de ello, todos trabajaríamos para ONGs. La mayoría de mis amigos cercanos son enfermeras, terapeutas, maestros, bomberos, artistas, abogados (de los buenos), agricultores orgánicos, o ebanistas ayudando a ahogar nuestra pena colectiva.

Lo tendrías difícil en encontrar hoy por hoy un solo joven americano que no quiera de alguna manera tratar de ayudar a hacer del mundo un lugar mejor.

Algunos de nosotros aun no hemos encontrado nuestra forma de hacer un impacto, pero estamos intentando. Y estamos intentando de hacerlo al mismo tiempo que tratamos de hacer una vida para nosotros también. Encontrar el tiempo de ser voluntario para una buena causa o dedicar nuestra vida a una misión pacífica no debería de sentirse necesariamente como un conflicto, pero todos sabemos cuando difícil es allá afuera en estos momentos tan solo para salir del paso. Incluso en la recesión la música sigue y mi gente exuda positivismo.

Dondequiera que veo mis compañeros jóvenes lo están haciendo suceder de la forma mas honorable. Somos la generación del idealismo genuino. Sabemos que podemos hacer una diferencia porque ya lo somos.

Te podemos inspirar a sumarte a la causa.

Quizá porque nuestra generación creció con un poco de sobre-conciencia también ganamos un poco de sabiduría extra. Cuando creces aprendiendo y entendiendo el dolor y sufrimiento en lugares a millones de kilómetros de distancia de tu propio campo de juego sabes desde muy joven cómo al final realmente estamos todos conectados. No hay tal cosa como 'nosotros' y 'ellos'. E incluso no somos solamente 'nosotros'... son animales en peligro de extinción, selvas tropicales, las olas del océano, y pequeños fragmentos de energía remolineando alrededor del universo de átomo en átomo hasta el infinito. Hay temor detrás de ello y nos vamos moviendo para adelante con todo y ello. 

Un caballero moderno sabe que las conversaciones sobre dinero, política y religión son temas que convienen dejar como asuntos personales y yo sé que mi generación trae mucho de un bolso mezclado cuando toca a alguno de estos lados de la moneda como cualquier otra generación antes que nosotros. Sin embargo, la sabiduría a la que me refiero toca algo que trasciende las bromas de cena.

Quizá es mi propio sobre-idealismo en juego aquí pero verdaderamente creo que los jóvenes del mundo ahora nos ayudarán a todos de regreso a casa. Y no de regreso al "sueño americano", pero solo de regreso al sueño de ser capaz de vivir una vida feliz mientras hacemos lo correcto para otras personas y la tierra a lo largo del camino. Ahora mismo - en este momento - hay gente joven liderando revoluciones contra décadas de tiranías en muchos países alrededor del mundo. La revolución de nosotros los jóvenes americanos puede no ser tan visible, pero está pasando.

La gente joven se esta distanciando de trabajos corporativos e iniciando sus propios negocios pequeños. Estamos comprando menos cosas e interesados en vivir mas simple. Estamos pagando nuestras deudas. Estamos aprendiendo de donde viene nuestra comida y cual es el costo verdadero de la agricultura industrial. Nos estamos viendo a nosotros mismos en relación con nuestro impacto en la tierra y de donde viene nuestra energía. Montamos bicicletas. Gastamos nuestro dinero mas sabiamente y buscamos calidad en lugar de cantidad. Estamos diseñando mejores productos eco-amigables y cuestionando que servicios realmente necesitamos y porqué. Después de ver a muchos de nuestros amigos, hermanos mayores y hermanas perder sus casas en juicios hipotecarios no cometeremos los mismos errores. Nos tomamos nuestro tiempo para casarnos porque somos la generación de los divorcios y sabemos lo que significa una caída.

Todos los días una porción de nuestra energía individual se va en pensar y, de hecho, hacer algo mejor.  Hacer las cosas mejores es un proceso y toma tiempo. Estamos tratando de ser pacientes. Incluso si no puedes verlo aún quiero que sepas que mi generación esta resolviendo problemas serios y reales todos los días.

Básicamente, nosotros la armamos y tenemos tanta alma que tus ojos llorarían si solo supieras lo mucho que nos importa. Pero, hey, no estamos tratando de ganar medallas aquí, la mayoría de nosotros solo somos humildes chicos aunque posteamos mucha mierda auto-promoviéndonos en nuestras páginas en facebook. Todos tenemos al menos a ese alguien especial a quien tratamos de impresionar, y solo porque nos importa no significa que tenemos que ser aburridos.

Amor por la vida

Como podría hacer declaraciones tan amplias y generales sobre una generación entera de personas sin incluir la piedra angular de la existencia humana? Oh. Es hora de un tutorial de amor millenial.

Quién sabe realmente? Estadísticamente habemos más jugadores solteros que no solteros. Si, hemos enganchado. Si, nos hemos enamorado una, dos, tres veces con encanto. Hemos sido engañados. Hemos tratado de no engañar. Estamos buscando las chispas, la estabilidad, el caos, y los momentos de silencio y entendimiento. Cargamos todos nuestros miedos y experiencias pasadas con nosotros. Somos tan vulnerables como cualquier otra persona que ha venido antes que nosotros en otro tiempo. Y también estamos buscando a, abiertos a, escondiéndonos de, asustados de, no listos aún, engañándonos a nosotros mismos, muy egoístas, o solo suficientemente contentos para saber exactamente lo que pasará después. La vida no es estática y nosotros tampoco. El casamiento es increíble y extraordinario, excepto cuando no lo es. Ser soltero es increíble y extraordinario, excepto cuando no lo es. Nuestros amigos y familia ayudan a guiar nuestros pensamientos en la vida y el amor y nuestros corazones dicen la verdad si elegimos escuchar.

Quizá algunas cosas son trabajo del destino y yo no debería comentar en ello; no importa cuan duro trato nunca entenderé totalmente el amor, porque las cosas del corazón no son cosas diseñadas para ser entendidas desde un lugar donde se escribe de ellas.

Puedo decir esto desde un punto completamente personal - mis abuelos, tanto vivos como muertos, me inspiran en formas de las que aun no estoy seguro de entender completamente. El compromiso de uno al otro durante 50, 60, 65 años y más, va mas allá de mi imaginación. Vivir mi propia vida a la edad de 65 será un milagro - tener a alguien mas conmigo y yo con ell@s por tanto tiempo parece tan abstracto como los viajes al espacio y describir colores que no he visto aún. Este tipo de conexión, quizá mejor aún este tipo de compromiso, me pega tan duro que se siente como quedarse sin aire.

Aun así, después de años de confusión creciendo con padres divorciados sé que todo fue para mejor - para todos nosotros. Sé que mi vida es mejor porque mis padres se divorciaron y que vivimos a través de esa realidad todos juntos.

En todas las relaciones e interacciones en materia del corazón cargo con esta dualidad de mi linaje.

También conozco esos momentos de alegría inimaginable al estar solo - totalmente libre de ataduras - completamente libre en el momento en que sientes latir tu corazón al correr por la mañana con ritmo propio mirando al cielo, sabiendo con certeza que ese momento fue creado para ti. Absolutamente nada puede tocar un momento de claridad singular. Nuestras almas pueden danzar en el tiempo con otr@s, y siguen siendo solamente nuestras.

Somos la generación de los futuros ermitaños y señoras con gatos. Somos la generación de futuros divorcios y tormentas largas antes de finales felices de largo termino. Somos la generación de futuros días felices de reconciliaciones. Somos la generación de almas gemelas y corazones rotos. Nos armonizamos como grillos y moscas en amaneceres profundos. 

Mi generación, bueno, solo digamos que somos complejos - y es tan simple como eso.

Los misteriosos millenials ahora y siempre - gente especial, para un tiempo y lugar especial, con una especie de amor especial para todos y cada uno y para ti.

Este es nuestro tiempo

Este año, en mi carta de año nuevo escribí:

"Por todos los peligros o decepciones diarias del mundo y por todas nuestras diferencias e individualidades relucientes, tomo consuelo en nuestras cosas en común y aspiraciones compartidas.

Todos los seres vivientes poseen y comparte un deseo básico de amar y ser amados, de ser saludables y brindar salud a otros, de ser felices e inspirar felicidad, de sentirse triunfantes sobre el dolor y sufrimiento, de conquistar temores, con la esperanza de transitar con sabiduría, integridad y quizá con un legado. Todos deseamos vivir bien".

Al final, quizá la única cosa que realmente necesitas saber sobre nuestra generación es que estamos tratando realmente duro de hacer lo mejor que podemos con lo que tenemos. Lo estamos haciendo real y nunca dejaremos morir nuestro sueño colectivo de vivir bien mientras hacemos lo correcto nosotros mismos y a cada uno a lo largo del camino.

Algunos de mis compañeros Gen-Y pueden estar en desacuerdo conmigo en estas reflexiones, pero de nuevo, quizá no estaban con la banda después de todo - solo por decir.

(si te gustan mis reflexiones por favor compártelas. Y si te gustaría compartir tus pensamientos conmigo sobre lo que he escrito, siéntete libre de contactarme via facebook o twitter o envíame un email a revolution(arroba)clarkpatrick.com.

- Traducción del ingles: Daniel Grajales (facebook y twitter). Texto Original por Clark Patrick.


















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